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Synod on the Amazon 2019: Relatio Text of English/French Group

In Original Language of Spanish

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Here is the original text of the synod ‘small circle’ report from the English & French-speaking group. Thursday afternoon, during the course of 13th General Congregation on the Synod on the Amazon, the Reports of the 12 Minor Circles were presented. These ‘Minor Circles’ met in recent days to reflect in the light of the contributions that emerged during the debate held in the previous General Congregations. ZENIT’s Deborah Lubov asked during today’s press conference why it had been written in Spanish when all the other groups prepared their texts in their own languages, but Fr. Giacomo Costa, S.J., explained that they had the resources to prepare it in Spanish within their group, and therefore avoided that their text would have to be translated, so that the other Spanish and Portuguese groups could completely understand it.

A translation will be provided as soon as possible:

* * *

Circolo English/Français

Relatore: Sua Ecc.za Rev.ma Mons. Emmanuel LAFONT
Moderatore:
 Sua Em.za Rev.ma Card. Jean-Claude HOLLERICH, S.I.

En primer lugar, quisiera presentarles un resumen de nuestro trabajo de la semana pasada. Lo hago siguiendo a las cinco dimensiones dadas por el Santo Padre: Pastoral, cultural, social, ecológica y espiritual.

A. DIMENSIÓN PASTORAL

1. Este Sínodo es regional, pero también universal
Lo que está sucediendo en la Amazonia también está sucediendo en la cuenca del Congo, en la India, en el extremo oriental de Asia, en todo el mundo.

Los países desarrollados se han enriquecido en gran medida gracias al colonialismo. Ignoran esto, y esperan continuar con su vida cómoda. La pregunta es: ¿cómo llevar la conversión a los antiguos colonizadores?

2. Lo más importante: responder a los gritos de los pueblos y de la tierra
Los amerindios, que a veces tienen malos recuerdos de la evangelización en el pasado, han llegado a comprender que hoy la Iglesia Católica puede ser uno de los mejores socios en su lucha por sus derechos y justicia.

Sin embargo, debemos tener cuidado de no hacer de la Iglesia una ONG al servicio exclusivo de la justicia social. Algunas personas confían en nosotros en lo que se refiere a la justicia, la educación, la salud y, sin embargo, van a las iglesias pentecostales para celebrar, escuchar la Palabra de Dios y hablar libremente de Dios. La Iglesia Católica es vista como ritualista y la palabra no circula. La espiritualidad se busca en otras partes.

3. Una Iglesia actual en vez de una Iglesia visitante
La petición fundamental del pueblo es un ministerio de presencia que no es un ministerio de clérigos. ¡Esto es un ministerio bautismal!

Los relatos evangélicos nos muestran que lo mismo le sucedió a Jesús. Las multitudes venían a él para ser sanadas y consoladas.

Las Iglesias africanas dan un ejemplo: muchos catequistas laicos sostienen sus comunidades, dirigen liturgias, enseñan catequesis, practican la caridad con los pobres. Su experiencia puede inspirarnos a formar laicos. No es una Iglesia clerical.

4. Una iglesia que da testimonio de cómo Jesús cambia nuestra vida
Los evangélicos proponen a los creyentes que pueden dar testimonio de una manera muy personal de cómo Jesús ha transformado su vida. Es un enfoque más positivo que el nuestro, que enfatiza tan a menudo nuestra pecaminosidad más que la salvación de Jesús.

Nos han contado la historia de dos aldeas en Tailandia: una, evangélica, donde la gente pasa todo el domingo en la iglesia, compartiendo la Biblia, discutiendo los asuntos de la aldea. En la aldea católica, la gente escucha al sacerdote, el único que habla, y luego regresa a sus casas. No hay nada de compartir. Iglesia clerical. Tenemos que aprender de los demás.

5. Acceso a la Eucaristía
Nuestras propuestas y reflexiones tienen lugar en el contexto histórico de las iglesias locales de las que venimos. Hablar de «escasez de sacerdotes» es específico de las Iglesias donde ha habido muchos sacerdotes en el pasado. Entonces la situación se vive como una crisis.

En otros lugares, como en África, el número de sacerdotes nunca ha sido suficiente para ofrecer misas todos los domingos. La Palabra es alimento también como a Eucaristía.

La palabra «sacerdote» tiene muchos significados. El que ofrece sacrificio, no necesita ser el jefe de la comunidad. No necesita ser párroco. La historia y la teología han unido demasiadas cosas: enseñar, santificar, gobernar…

Debemos aceptar que las diferentes situaciones requieren diferentes iniciativas.

Dios nos encuentra en la vida real.

B. DIMENSIÓN CULTURAL

1. Qué desarrollo?
Es el desarrollo integral. Porque, se dijo: «una economía como esta – la actual – mata a la gente y debemos enfatizar claramente que no podemos ir más lejos de esta manera».

Para algunos de nosotros, los indígenas tienen todo lo que necesitan. Son felices en su forma de vida, si su vida no se ve interferida por nuestro sistema económico.

Otros subrayan que toda cultura es un cuerpo vivo, que se transforma a lo largo de su historia y de los cambios, como el cambio climático, por ejemplo. Sostienen que todas las culturas deben adaptarse. Sin embargo, el ritmo del cambio puede ser diferente.

No podemos decidir por el pueblo. Sólo podemos acompañarlos.

2. En busca del “buen vivir”
Para encontrar nuevas formas de vida, necesitamos la sabiduría de los pueblos indígenas tanto como ellos nos necesitan para encontrar su futuro. Esto sólo puede hacerse si vivimos juntos. Nadie sobrevivirá solo.

La mejor manera de estar con ellos es aceptando ser acompañado por ellos. Seamos conscientes de que también nosotros hemos sido heridos; todos necesitamos ser sanados del pasado.

C. ASPECTO SOCIAL

1. La gente y la tierra sufren una violencia devastadora
La verdadera urgencia es la violencia: la gente está sufriendo por su vida, sus derechos, su tierra, su fe y por los poderosos depredadores de su riqueza.

Nosotros, los obispos de la Amazonia, estamos llamados a dar testimonio al mundo y a la Iglesia universal sobre el sufrimiento y los gritos del pueblo y de la tierra.

2. El compromiso de la Iglesia con los pueblos indígenas
En mil novecientos setenta y dos, San Pablo seis llamó a los obispos brasileños a estar del lado de las comunidades indígenas. Muchos han pagado el precio por ello. No es negociable. Nosotros también debemos hacerlo.

La Iglesia debe llegar a los gobiernos la súplica de los pueblos indígenas. Sin embargo, esta tarea es difícil a veces porque va en contra de los sentimientos populistas de las comunidades no amerindias.

D. DIMENSIÓN ECOLÓGICA

La Iglesia debe ser profética. Pero esto no es suficiente. Algunos dicen que necesitamos reunirnos con el gobierno, los industriales, las compañías mineras y petroleras. Otros dicen que hay que dar ejemplo de una forma de vida diferente, más respetuosa con la tierra y que hay que rechazar la «cultura de los residuos».

Debemos abordar las cuestiones más directamente. El clima aumentará durante los próximos veinte años. Para evitar un mayor aumento, debemos suprimir el CO2. ¿Cómo es posible? Lo haremos plantando cien mil millones de árboles. Somos dos mil quinientos millones de cristianos. ¿Es imposible? Es muy práctico. ¿Por qué no lo pides?

La cultura occidental se ha vuelto tan individualista; estamos atrapados en el materialismo: ponernos a nosotros mismos primero, a nuestro país primero… Los países más ricos son también los que sufren la mayor tasa de suicidios. Nuestra riqueza no nos hace felices.

Estamos llamados a un estilo de vida mucho más sobrio, reducir nuestro consumo de carne roja.

E. DIMENSIÓN ESPIRITUAL

1. La dimensión espiritual de la Ecología Integral
No somos Greenpeace, somos la Iglesia. Nuestra tarea es llevar a Jesús el Salvador a la gente

La dimensión espiritual de la Ecología Integral podría basarse en cuatro principios, según el Patriarca Bartolomé de Constantinopla

– Tener una mirada sacramental sobre la creación como reflejo de Dios: cf. Sal ciento tres.

– Desarrollar un espíritu eucarístico que agradece a Dios por lo que nos ofrece: ver Mt once, veinticinco à veintisiete.

– para entrar en una ética ascética – una sobriedad de vida: ver Lucas cuatro, uno a trece

– Vivir en solidaridad y fraternidad con todos: ver Juan seis, uno a catorce

2. El ejemplo de Jesús
Debemos seguir los pasos Jesús, sumergiéndonos en este mundo que Dios nunca quiso que fuera como es. Por lo tanto, vino y partió de la realidad para salvarnos.

Lo hacemos al estar con la gente, escuchándolos, sanando sus heridas, expulsando demonios, dando testimonio del poder de salvación de Jesús, sembrando y compartiendo la Palabra de Vida.

San Francisco dijo: «Debemos evangelizar en todo momento, y si es necesario, con palabras».

Nuestra contribución a este Sínodo
Es con este intenso compartir, respetando nuestros diferentes puntos de vista sobre algunos temas que hemos preparado nuestras contribuciones.

Sentimos que estamos en un punto de inflexión profundo de nuestra historia. Una Iglesia sinodal es una Iglesia en la que ya no hay un centro del que provenga toda la verdad y que riegue el Cuerpo de manera uniformada. El único centro es Jesús. Somos iglesias hermanas, caminando juntas y dejando que el Espíritu Santo nos guíe a la verdad plena. Ninguna Iglesia nacional o continental puede decir de otra manera el camino a seguir. Debe ser sinodal en el sentido de escuchar a los demás y al Espíritu Santo.

Hemos preparado contribuciones que nos recuerdan que el pueblo amazónico tiene una gran expectativa sobre este Sínodo. No debemos defraudarles. A ellos les debemos entrar en la audacia prudente de Aquel que nos dice: «Olvida las cosas pasadas; no habites en el pasado. Mira, ¡estoy haciendo una cosa nueva!» (Isaías 43:18-19).

Hemos hecho aportes para que los Obispos amazónicos puedan continuar su camino sinodal de manera más regular y ejercer plenamente su misión y responsabilidad, estando cerca de su pueblo y dispuestos a tomar iniciativas audaces. ¡Son los sucesores de los Apóstoles!

Hemos hecho contribuciones para recordarnos que nosotros, los discípulos de Jesús, debemos ser los primeros en dar la espalda a este sistema económico malvado que dispone de miles de millones de seres humanos para crear bienes y riqueza para unos pocos.

Hemos hecho contribuciones para celebrar lo antes posible como beatos y santos a tantos hermanos y hermanas amerindios y otros que dieron su vida, en los últimos cincuenta años, en la Amazonia, para que el mal no prevalezca contra los hijos de Dios.

«Y vi las almas de los que habían sido decapitados por su testimonio sobre Jesús y por la palabra de Dios. No habían adorado a la bestia ni a su imagen y no habían recibido su marca en sus frentes ni en sus manos… La muerte segunda no tiene poder sobre ellos, pero serán sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con él durante mil años». (Apocalipsis 20:4…6).

¡Amén!

[Texto original: Español] [Courtesy of the Holy See Press Office]
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Staff Reporter

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